Las autolesiones no suicidas (ANS) en la adolescencia se han consolidado como un fenómeno de creciente preocupación a nivel global, delineando un enorme desafío para los sistemas de salud pública, educación y familia. Estas conductas se manifiestan a través de daños corporales directos y deliberados como cortes, quemaduras o golpes a uno/a mismo/a sin una intención suicida explícita. Las ANS reflejan una complejidad multicausal significativa planteando grandes desafíos para su tratamiento y prevención efectiva.

Contexto social

Diversos factores contribuyen al mantenimiento de las ANS entre los que se incluyen el acoso escolar y la dinámica de presión grupal. Sin embargo, en los últimos tiempos, y cada vez de manera más pronunciada, se encuentra muy presente la influencia del entorno digital. Ser víctima de acoso escolar o estar expuesto a contenido dañino en Internet agudizan los sentimientos de aislamiento y desesperanza. Esto aumenta significativamente el riesgo de recurrir a las ANS en la adolescencia como mecanismos disfuncionales para afrontar el dolor emocional. La presión constante para alcanzar metas perfectas e inalcanzables que vemos cada vez más exagerada en las redes sociales, junto con la forma en que algunas comunidades online romantizan el daño hacia uno/a mismo/a, facilita que los/las jóvenes adopten este tipo de prácticas.

La literatura científica contemporánea, incluidos los trabajos de Swannell et al. (2014), Nock (2009), y Plener et al. (2019), evidencia la alarmante prevalencia de estas prácticas. Entre un 17% y 18 % de los/las adolescentes, a nivel mundial, ha incurrido en algún tipo de autolesión a lo largo de su desarrollo. Este comportamiento no solo es un indicador de profunda angustia emocional, sino que además puede anticipar una posible evolución hacia trastornos de salud mental más graves.

La prevención y manejo efectivo de las ANS en la adolescencia exige una estrategia estructural centrada en entender sus necesidades emocionales y sociales. Los programas escolares desempeñan un papel crucial en este esfuerzo, al proporcionar un marco para el desarrollo de habilidades de afrontamiento saludables y una mayor conciencia sobre los peligros del uso problemático de las redes sociales. Un estudio relevante en este ámbito es el realizado por Pérez et al. (2021), que explora la prevalencia, tipos y funciones de las ANS en una muestra comunitaria de adolescentes españoles/as, destacando la necesidad de intervenciones enfocadas en la gestión de problemas de regulación emocional y comportamientos autolesivos desadaptativos. Subraya la importancia de implementar programas de prevención y educación emocional desde las escuelas para abordar y mitigar las ANS entre los/las adolescentes españoles/as.

Intervenciones prometedoras

La Terapia Dialéctica Conductual (TDC), introducida por Marsha Linehan en 1993, es hoy en día, una de las intervenciones más prometedoras para jóvenes que enfrentan riesgos de ANS. Esta terapia se basa en la enseñanza de habilidades de regulación emocional, tolerancia al malestar, mindfulness y eficacia interpersonal. La eficacia de la TDC en el contexto adolescente se fundamenta en su adaptabilidad y enfoque práctico para abordar las complejidades emocionales y conductuales específicas de este grupo de edad. Además, estudios recientes han comenzado a explorar la integración de tecnologías digitales con la TDC, facilitando el acceso a recursos terapéuticos y la interacción continua con terapeutas. Esto demuestra una disminución significativa en la incidencia y gravedad de las ANS (Rathus & Miller, 2015).

Prevención de las ANS en la adolescencia en el entorno digital

En el ámbito digital, el desarrollo de la resiliencia a través de la educación sobre el uso seguro y responsable de las redes sociales se ha vuelto esencial. La continua influencia de los medios digitales en la vida de los/las adolescentes exige una respuesta educativa que aborde los riesgos de comparación social negativa, ciberacoso y sobreexposición a contenidos dañinos.

Iniciativas como la creación de espacios online seguros y el fomento de comunidades virtuales de apoyo pueden servir como complemento vital a las estrategias de intervención y prevención tradicionales de las ANS en la adolescencia. Un ejemplo destacado es el estudio de Miño-Puigcercós, Rivera- Vargas, y Cobo Romaní (2019) sobre las comunidades virtuales como espacios seguros creados por jóvenes feministas («Virtual Communities as Safe Spaces Created by Young Feminists: Identity, Mobility and Sense of Belonging»), que explora cómo los/las jóvenes, particularmente en España, encuentran en las comunidades virtuales espacios seguros para el desarrollo de la identidad, la movilidad y un sentido de pertenencia.

Compromiso estructural

La transición hacia un futuro donde la salud mental y el bienestar de los adolescentes sean prioritarios implica un esfuerzo multidisciplinar. Este futuro ideal necesita del compromiso de todos los sectores de la sociedad, incluidos los gobiernos, instituciones educativas, familias y la comunidad en general.

Estas políticas deben enfocarse no solo en el tratamiento de las ANS en la adolescencia una vez que han surgido, sino también en su prevención, mediante el apoyo a programas de educación emocional y resiliencia digital desde edades tempranas. Además, deben promover la investigación continua sobre las causas, efectos y estrategias de manejo más efectivas para asegurar que los recursos desarrollados estén adaptados a las necesidades cambiantes y diversas de los/las adolescentes.

Es fundamental el desarrollo y la promoción de recursos accesibles para los/las jóvenes y sus familias. Esto incluye aplicaciones móviles de salud mental, plataformas en línea y programas de apoyo que proporcionen espacios seguros para el aprendizaje y la expresión, así como el acceso inmediato a asistencia profesional cuando sea necesario. La accesibilidad implica también la eliminación de barreras financieras, culturales y sociales que a menudo impiden que los/las adolescentes busquen y reciban la ayuda que necesitan.

Para terminar, el empoderamiento de los/las jóvenes es un componente esencial hacia el logro de una sociedad más resiliente. Fomentar la participación de los/las chavales/as en el desarrollo de soluciones y estrategias para abordar esta problemática asegura que sus voces sean escuchadas y que las intervenciones sean relevantes y efectivas. La inclusión de los/las jóvenes en la conversación sobre la salud mental promueve una mayor conciencia, reduce el estigma y empodera a los/las adolescentes para que sean defensores/as de su propio bienestar y el de sus pares.


Bibliografía

Gao, X., Wang, L., & Zhang, H. (2024). Cyberbullying and non-suicidal self-injury among adolescents: The mediating role of psychological distress. Journal of Adolescent Health.

Nock, M. K. (2009). Understanding nonsuicidal self-injury: Origins, assessment, and treatment. American Psychological Association.

Plener, P. L., Schumacher, T. S., Munz, L. M., & Groschwitz, R. C. (2019). The prevalence of non-suicidal self-injury (NSSI) in a young adolescent sample: A systematic review and meta-analysis. Journal of Child and Adolescent Psychopharmacology, 29 (7), 487- 498.

Rathus, J. H., & Miller, A. L. (2015). DBT® skills manual for adolescents. Guilford Publications.

Rossouw, T. I., & Fonagy, P. (2012). Mentalization-based treatment for self-harm in adolescents: A randomized controlled trial. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry,  51(12), 1304-1313. https://doi.org/10.1016/j.jaac.2012.09.002

Swannell, S. V., Martin, G. E., Page, A., Hasking, P., & St John, N. J. (2014). Prevalence of nonsuicidal self-injury in nonclinical samples: Systematic review, meta-analysis and meta-regression. Suicide and Life-Threatening Behavior, 44(3), 273-303. https://doi.org/10.1111/sltb.12070

Twenge, J. M., & Campbell, W. K. (2018). Increases in depressive symptoms, suicide- related outcomes, and suicide rates among U.S. adolescents after 2010 and links to increased new media screen time. Clinical Psychological Science, 6(1), 3-17. https://doi.org/10.1177/2167702617723376


Gemma Hernaiz

Psicóloga. Máster en Psicología Clínica en Intervención en la Ansiedad y el Estrés. Más de 10 años en intervención directa con colectivos vulnerables en Reino Unido y España, así como experiencia en el trabajo con adolescentes y familias.